Gratitud

El segundo trimestre del año lo hemos dedicado en los talleres a cultivar y regar la gratitud.

Comenzamos por situarnos en nuestro propio sistema de origen agradeciendo a esos dos linajes: materno y paterno, todo lo que nos han dejado, todo lo que hicieron para que fuera posible que hoy estemos disfrutando de nuestra vida. Partiendo del mejor regalo que pudieron hacernos, la vida, y ampliando la visión a todos esos dones que nos han entregado para su disfrute. Revisar nuestros linajes nos hace conectar con todo lo que tenemos en común, pero también todo lo que nos hace diferentes. Está bien saber lo uno y lo otro, tanto para agradecer lo que tenemos y nos quedamos, como para soltar lastre de lo que no nos sirve y no es nuestro. ¿Qué me llevo de mis linajes y qué suelto?

Dentro de nuestro propio sistema vimos las relaciones de pareja y lo que han dejado en nuestra vida, agradeciendo lo compartido, el amor que hubo (o sigue habiendo) y la suerte de poder compartir camino en esta vida. ¿Agradezco a mi pareja o lo doy todo por hecho? ¿Cómo es mi relación con mis ex?

Entramos en la familia afectiva y en nuestros animales compañeros para abrir nuestro corazón a todos los seres que nos aceptan y aman tal y como somos, sin juicios, sólo por SER. ¿Cuántas personas mágicas tengo en mi vida?

Continuamos con la gratitud a la salud y al regalo de estar vivas aprendiendo a relativizar y priorizar lo bueno que llega a nuestra vida para incorporarlo. Incorporamos a nuestras vidas los siete estados de la salud de Josep M. Villagrasa. ¿Tengo el compromiso de cuidarme?

En paralelo a todo este trabajo cada una elaboró su Genograma para entender mejor las relaciones que tenemos con nuestro sistema en todos los asuntos y en la salud. Por ejemplo, se pudieron ver cómo heredamos enfermedades y síntomas que esconden lealtades al sistema. ¿Qué esconde mi síntoma?

Otra parte que vimos desde la recuperación de nuestra esencia fue la gratitud al trabajo. Hicimos todo un viaje por nuestros trabajos viendo qué habíamos dado en cada uno de ellos y recuperando con un precioso trabajo lo entregado y transformado. Aquí también hay una parte que pudimos ver con el Genograma, los problemas de dinero en las familias, cómo algunas prosperan y otras por más que lo intentan no hay forma. ¿Qué pasó para que la abundancia se pierda a través de las generaciones?

Y entramos en el jardín más grande de todos: la gratitud hacia nosotras mismas. Aquí nos sentamos a reflexionar sobre todas las subpersonalidades que nos constituyen y, que nos gusten o no, forman parte de nosotras. Las abrazamos y les damos las gracias porque siempre nos muestran algo. También en este apartado trabajamos con el cuerpo, sus cambios, sus heridas y cicatrices y fue precioso ver cómo a través del trabajo continuo podemos poner otra mirada más amable sobre nosotras y todo lo que nos ha hecho llegar hasta aquí. ¿Me acepto y amo tal y como soy?

Cerramos el taller agradeciendo al Universo por todo lo que nos da y ofrece para nuestra supervivencia, para no olvidar que estamos aquí de prestado, en alquiler y que nuestra casera, la Tierra, puede despedirnos en cualquier momento. ¿Qué puedo hacer yo con lo que rodea, dónde está mi implicación?

Nos vamos de vacaciones con el alma y el corazón llenos de gratitud por todo lo que nos rodea en nuestro día a día, por nuestra salud, por el dinero que llega a nosotras, en resumen, por todo lo que tenemos, y no por lo que nos falta.

Lo siento, perdón, gracias, te amo. Este ha sido nuestro mantra del taller desde el Hoponopono y creo que va a acompañarnos en muchos más.

Nos vemos en Septiembre con Desapegos para seguir aprendiendo juntas.

Deja un comentario

search previous next tag category expand menu location phone mail time cart zoom edit close