Tenía Cauterio de Lucía Lijtmaer pendiente antes de ponerme con la bibliografía del próximo trimestre y tengo que decir que me ha encantado, y eso que es una novela dura en la que, a través de capítulos cortos, va desentrañando la violencia contra las mujeres minuciosamente.
Transcurre paralelamente entre el pasado y el presente en historias que te dejan sin aliento sobre cómo se trataba a las mujeres en el siglo XVII y de cómo en el XXI no ha cambiado tanto. Mujeres dependientes por necesidad de supervivencia frente a mujeres que han mamado esa historia y creen que sin un hombre todo se acaba.
Una termina en Salem, donde ya sabemos qué hacían con las mujeres que se salían del tiesto. Otra en Barcelona saltando del tiesto y tomándose la justicia por su mano en un final de traca.
Qué necesario es conocerse y hacerse preguntas sobre una misma, lo qué está pasando a nuestro alrededor y de qué forma nos afecta.
Qué necesario es plantarse ante las mujeres que nos precedieron para agradecer donde estamos, dejando que nos iluminen y siguiendo con sus aprendizajes para hacernos más libres.
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