Voy a empezar por confesar que este título no es mío, es el que ha elegido Sonia Garijo para nombrar el primer episodio de su nuevo podcast, Naturaleza soberana, para el que me ha elegido como compañera de camino.
Es una conversación estupenda en la que debatimos sobre la aplicación de la mirada feminista en nuestra vida en general y a través de las constelaciones familiares en particular. Hablo de cómo llegué al feminismo y lo que supone para mí introducir en mi terapia esa mirada de género que todo lo cambia.
Hay quien elige reparar esa mirada, ponerse las gafas moradas y salir a la calle, da igual en qué momento de su vida lo haga. Y hay quien no lo intenta siquiera, y todo está bien, no todo el mundo está abierto a mirar lo incómodo y a revisarse para reconstruirse.
Si hay algo en la vida que nos va mal y seguimos en bucle sin mirar directamente a eso que nos está pasando, es que quizás no tengamos herramientas suficientes para sostenerlo. Para eso vamos a terapia, para que nos den esas herramientas. En mi caso, a las personas que llegan a mí, esas herramientas incluyen las gafas moradas, el que entiendan que hay un sesgo por el que a las mujeres nos ha tocado un lugar en esta sociedad y en nuestros sistemas y a los hombres, otros.
Si te incomoda el feminismo, es que algo te incomoda dentro y no sabes muy bien qué es…a lo mejor es hora de mirarlo juntas!
Eso sería reparar. Poner el foco en mis «problemas», mirarlos, escucharlos, abrazarlos e intentar que no me afecten en mi vida, sabiendo que puedo o no solucionarlos pero que yo soy más que esos problemas, soy mucho más. Romper el bucle y seguir adelante.
He elegido para ilustrarlo un libro:

En Las medusas no tienen orejas, la protagonista vive un duelo, la pérdida total de la audición, que no acaba de llegar pero es inminente, y a través de su duelo puede elegir repetir lo que hasta ahora ha estado haciendo o reparar y someterse a una operación que puede cambiarlo todo. No te voy a contar el final, sólo te diré que el camino es una belleza. En el caso de la protagonista el repetir es lo que la hace sentirse segura, lo que conoce, desde donde ha aprendido a moverse en el mundo. Reparar por su parte es enfrentarse a sus miedos, a hacer las cosas de forma diferente, a colocarse en un lugar diferente y a dejar de lado lo conocido para lanzarse a un mundo sin red.
También he elegido una serie, que a veces lo visual nos llega de otra forma:

La súper premiada The Bear, en la que un chef de primer nivel vuelve a su barrio de toda la vida para levantar el restaurante que le ha dejado su hermano. Aquí se vuelven a dar las dos opciones: repetir y seguir en la línea que ha llevado el establecimiento todos esos años, y que no reporta ningún beneficio o reparar y cambiar todo drásticamente, rompiendo con lo establecido y haciéndolo a su manera.
Otro duelo titánico, que además afecta a todo el personal que tiene alrededor. Es muy interesante ver a vida de cada personas y cómo elige su propio camino en la serie. Y volviendo de paso al principio del artículo y la mirada feminista, se ve muy bien en las mujeres de la serie ese lugar que les dan y cómo lo toman, o no.
Tomando estos ejemplos o muchos otros, somos las únicas personas que pueden decidir en sus vidas qué hacer con ellas. Tú decides si quieres seguir repitiendo más de lo mismo o te vas a poner desde ya a reparar tus relaciones, tu forma de ver el mundo, tu mirada y tu sentir.
