A lo largo de la vida, vamos, aprendiendo lecciones, unas veces a través de formaciones, textos, eventos culturales… Y otras nos las enseña la vida, aprendemos a levantarnos después de habernos caído.
El mejor aprendizaje es entender por qué algo no ha salido como esperábamos y desde ahí poder aprender a rectificar, a mejorar y extraer las herramientas necesarias para no volver a pasar lo mismo.
Este año estamos trabajando de nuevo con los guiones de vida, nunca se acaba de trabajar con ellos, y lo estamos haciendo desde distintas perspectivas: en el taller de Crisis y duelos lo estamos haciendo a través de nuestras historias de vida, viendo con qué tipo de personajes nos hemos identificado y hemos tomado como referentes para forjar nuestra identidad. En el taller de Maternarte estamos revisando los guiones con la madre, todo aquello que hemos podido heredar de alguna forma de ella para ver si son aceptables en nuestra vida o son limitantes.
De todos esos guiones aprendemos y sólo nos veremos libres de ellos, de los que no nos hacen falta, cuando les ponemos nombre, identificamos la creencia que lo sustenta y podemos construir una alternativa.
Y tú, ¿aprendes de tus errores o tiendes a repetirlos?
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