Saber decir adiós

Tengo que decir para empezar que me ha encantado la película y que tiene muchas lecturas que podemos revisar en el taller de Vínculos amorosos.
Primero la soledad y lo que nos venden de ella. Parece que en esta sociedad si no tienes pareja o alguien con quien compartir tu vida no merece la pena nada…y no es así.
Podemos distinguir aquí entre la soledad impuesta y la elegida. La primera es maltratante y la segunda nutritiva. Lo malo aquí es que cuando te venden que lo que vale es ser un dúo, es difícil no encontrarte buscando a alguien para rellenar ese hueco.
Aquí la solución es sencilla: me compro un amigo y andando. Esto se traduce también en la realidad en compañías que nos pueden hacer daño sólo por no sentirnos solas…
Pero, ¿Qué pasa cuando no cuidamos de esa amistad lo suficiente y la abandonamos a su suerte?
Durante un tiempo intentaremos seguir con nuestro empeño en que funcione y mientras pasa el tiempo puede que encontremos otra cosa…y que aquello que fue, estuvo bien mientras duró y hay que dejarlo ir…
Dejar una relación desde el buentrato no es fácil, es realizar, como en todas las rupturas, un duelo, pero también es salir de ese duelo con la conciencia puesta en la responsabilidad de saber que hemos hecho lo que ha estado en nuestra mano, que no es culpa de una u otra persona, es una responsabilidad compartida, como lo fue la pareja o la amistad que nos unía.
Sólo desde ese respeto por la persona a la que amamos podemos construir de nuevo otro tipo de relación. No siempre es posible, para eso dos personas tienen que estar de acuerdo, pero cuando lo es, es maravilloso.
Poder mirar a esa persona y pensar: la amé y la amo aunque el sentimiento sea igual y diferente al mismo tiempo.
Finalmente es desear que a esa persona le vaya bien en la vida. Eso es amor.

Deja un comentario

search previous next tag category expand menu location phone mail time cart zoom edit close