El miedo

Parece que el Universo se ríe de nosotras y aparecen fenómenos que no nos sorprenden pero que nos inquietan, como que «hombres feministas» abusen de mujeres y la gente abra la boca como si eso no fuera posible.

No nos engañemos, no podemos fiarnos (al menos yo no lo hago) de hombres que nos quitan la voz y se empeñan en hablar por nosotras, «aliados» que de puertas afuera son excelentes compañeros, parejas, abuelos, padres, hijos…y que de puertas para adentro son lobos con piel de cordero.

En esas casualidades de la vida esta semana me he encontrado en un vórtice extraño. Por una parte leyendo Miedo de María Hesse y encogiéndome en el sillón en el pasaje de ese lobo bueno feminista que me resuena tanto. Por otra parte viendo Querer y cómo parece que un hombre que nos ama y es el padre de nuestros hijos puede a la vez herirnos como nadie más puede hacerlo (véase el caso Pelicot) y por último el caso Errejón que está llenando todos los medios y que demuestra una vez más que el poder no hace ascos a nada, que arrasa y nos deja como un erial.

Mujeres heridas, violadas, humilladas en lo particular y en lo público. Mujeres juzgadas por otras mujeres- por los hombres ya nos lo esperábamos- como si estar en esas situaciones fuera estar en un balneario.

Quien no ha pasado por una relación de violencia de género no debería abrir la boca para opinar gratuitamente sobre lo que se siente o no dentro de ella, sobre el miedo a irse aun sabiendo que así salvas tu vida, sobre los silencios atronadores que te culpabilizan y te avergüenzan una y otra vez.

Salir de una relación de maltrato es de las cosas más difíciles que podemos hacer. Hace falta no sólo valor sino fuerza para sostener todo lo que te viene encima. Los dimes y diretes de quienes te rodean, volver a empezar, cargar con todo, querer llegar a todo y no poder. Todo esto sin ayuda de unas instituciones que deberían protegernos, darnos ayuda psicológica, creernos…y que hacen todo lo contrario.

Se vienen tiempos difíciles y no nos van a callar ni a parar, todo lo contrario, esto es un buen abono para sacar las malas hierbas.