Conexión

Estamos llegamos al ecuador de nuestro taller Altar de Muertos con el que estamos recorriendo nuestra biografía para honrar a todas aquellas personas que fallecieron dejando un enorme vacío en nuestras vidas.
Parte de ese homenaje están en aceptar su movimiento y honrar la vida que nos dejaron.

Todo lo que somos forma parte de aquellas personas que ya no están, que fueron antes que nosotras, tanto familia directa como familia afectiva.
Cuando perdemos a alguien una parte de nosotras también muere con su memoria transactiva y por lo tanto es una doble pérdida, la física y la mental. Con ella se irán recuerdos únicos que sólo vivían en su memoria pero también quedan los recuerdos que tenemos con ella en nuestra memoria.
Cuando los recordamos, en ejercicios como el propuesto, les damos otra oportunidad de pasar por nuestro presente, de tenerlos en cuenta, de no olvidarlos.

De esa forma pasado, presente y futuro convergen en un recuerdo. Podemos recordar cómo fuimos juntas, cómo somos por separado y conservar ambos recuerdos a futuro para ir testando si cambia nuestra forma de percibirlos.
Vivir el hoy es honrar esa memoria que construimos juntas, es conservar un trozo de vida que nos perteneció y que seguirá perteneciéndonos para siempre.