De vuelta a los lugares comunes una vez más…eso que conozco, donde me siento segura, cómoda, donde no hay sitio para el cambio…
Hago pereza por salir de ellos, me cuesta.
Me encuentro boicoteando mis proyectos por la inmovilidad, por la dejadez, por el «para mañana» y así no avanzo…
Pasan los días, pasan los ciclos y no me muevo de mis lugares comunes…de repente un día decido cambiar y arriesgarme…
Me asomo a la ventana de lo desconocido, pongo un pie fuera del tiesto y veo que mis miedos eran infundados, que ahí afuera no todo es negro o blanco, que una inimaginable gama de grises me da la bienvenida.
Poco a poco me acostumbro a esas pinceladas de color, poco a poco son más brillantes, me iluminan, me cambian, me hacen mirarme desde otro punto, me hacen ser mejor, otra persona.
Mi pensamiento evoluciona, mi cuerpo cambia, ya no soy la misma.
Ahora fuera de esos lugares comunes me siento segura, sabiendo que han formado parte de mi vida, que han estado dándome cobijo mucho tiempo, pero que es hora de abandonarlos al olvido, de arrinconarlos y dejar que se llenen de telarañas.
Respiro y mi interior se llena de luz nueva, de fortaleza y de energía.
Ahora soy más YO que nunca y eso me gusta