«Llegar a ser lo que podemos ser, esa es nuestra auténtica tarea» (Kun Sheng C’hien)
Ante todo es preciso conocer el fin hacia el que debemos dirigir nuestras acciones; es necesario descubrir nuestro destino para poder tomar la firme determinación de dirigirnos hacia él.
Una vez tomada esta determinación nuestro espÃritu se verá libre de toda vacilación e inquietud.
En cuanto se haya consolidado esta serenidad y tranquilidad de espÃritu, gozaremos de una profunda paz interior que ningún acontecimiento podrá alterar.
Cuando gocemos de esta paz inalterable, estaremos en condiciones para meditar y penetrar en la esencia de todas las cosas.
En cuanto conozcamos la esencia de todas las cosas, habremos alcanzado el estado de perfección que nos habÃamos propuesto.
Confucio.