La brújula es el cuerpo

«La brújula es el cuerpo»

A diario hacemos acciones y nos imponemos obligaciones que no nos reportan ninguna satisfacción.

En muchos casos son obligaciones que no podemos dar de lado, ni siquiera delegar en otras personas, pero hay algunas que sí podemos evitar y aquí entra en juego nuestra brújula.

Puede que me esté volviendo una sibarita emocional, pero he aprendido a escuchar a mi cuerpo y a ver qué me pide en cada momento. De eso trata el artículo de hoy.

No os pasa que a veces os sentís obligadas a asistir a un evento sin tener ni la más mínima gana de ir…pues en ese caso, preguntad a vuestra brújula qué es lo que os apetece hacer realmente…y seguidla.

He pasado unos días descansando y escuchando en cada momento lo que me pedía el cuerpo y vuelvo como nueva. He ido a mi ritmo, sin ponerme o imponerme obligaciones, haciendo lo que me ha apetecido en cada momento.

Mi tiempo, al igual que el vuestro, vale oro, porque lo que se va, no vuelve, así que ahora miro muy bien en qué gastarlo y con quién gastarlo.

En estos cuatro días de mini vacaciones mi cuerpo me ha pedido dormir, porque estaba exhausta y se lo he concedido, me ha pedido pasear sin prisas, y así lo he hecho, me ha pedido leer durante horas y también se lo he dado…en fin, que me estoy mimando en exceso y eso me gusta!!

Parte del buentrato con una misma es regalarse cada día un pequeño placer, que no tiene que ser algo comprado, simplemente lo que os cuento arriba: un paseo, una puesta de sol, un amanecer, una caricia…aunque también podemos mimarle con una palmera de yema jjjj, de hecho lo he mimado con dos 😉

Y tú, que vas a regalarte hoy? Qué te dice tu brújula?

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