No matan pero hacen daño.
Cada persona mantiene un duelo de expectativas con respecto a otra, eso es así y por más que no nos guste, cuesta mucho cambiar de modelo.
Nacemos y alguien sueña con que seamos algo, con que estudiemos algo, con que nos casemos con alguien, con que trabajemos en aquello que han diseñado para nosotr@s…pero, qué pasa con nosotr@s? Nos han dado la libertad de elegir? o incluso, no seremos nosotr@s quienes volcamos nuestras expectativas en los demás?
Si abrimos el corazón y la mente y nos dejamos fluir sin poner barreras, aprenderemos que cada cual es cada cual y debemos aceptarlo como es, con sus más y sus menos, igual que nos aceptan a nosotr@s.
En este duelo deberíamos ganar ambas partes: Ni yo te exijo, ni tú me exiges. Yo te dejo SER y tú me dejas SER.
Vive y deja vivir…pero sin expectativas.
Cada persona mantiene un duelo de expectativas con respecto a otra, eso es así y por más que no nos guste, cuesta mucho cambiar de modelo.
Nacemos y alguien sueña con que seamos algo, con que estudiemos algo, con que nos casemos con alguien, con que trabajemos en aquello que han diseñado para nosotr@s…pero, qué pasa con nosotr@s? Nos han dado la libertad de elegir? o incluso, no seremos nosotr@s quienes volcamos nuestras expectativas en los demás?
Si abrimos el corazón y la mente y nos dejamos fluir sin poner barreras, aprenderemos que cada cual es cada cual y debemos aceptarlo como es, con sus más y sus menos, igual que nos aceptan a nosotr@s.
En este duelo deberíamos ganar ambas partes: Ni yo te exijo, ni tú me exiges. Yo te dejo SER y tú me dejas SER.
Vive y deja vivir…pero sin expectativas.
