Nuestros miedos surgen por falta de confianza, por la sensación de perder algo. No van asociados a ser valientes, van asociados a sentir que no tenemos los recursos necesarios para afrontar cualquier amenaza.
Debemos aceptarlos, no juzgarlos, identificarlos, hacerlos concretos y respetarlos.
Si los dejas salir, como decía Marilyn Monroe, tendrás mucho más sitio para vivir tus sueños.