
Ya lo intuía Clarissa Pinkola cuando escribió Mujeres que corren con lobos. Estamos en mitad de la manada y no somos capaces de verlos porque se visten como nosotras, se mueven como nosotras, huelen como nosotras y no somos capaces de percibirlos. Los lobos caminan a sus anchas en un mundo hecho a su medida, conociendo su entorno, sabiendo que camino tienen que escoger para librarse de los cazadores, haciendo gala de su instinto de supervivencia.
En el otro lado nosotras, y también algunos de ellos, esos «ellos» que están de nuestra parte, porque no se puede estar en ningún otro sitio que de este lado, del lado de la cordura, de la humanidad compartida, de la decencia, de la lealtad por nuestros valores, unos valores que nos envuelven cada vez más y que algunos se empeñan en seguir arrancándolos de raíz.
El aire empieza a oler a elecciones y los lobos toman las calles llenándose la boca de feminismo, de decálogos, de injurias y mentiras para convencernos, a la mitad de la población de que lo mejor para nosotras es creer en ellos. Creer en lobos que sólo buscan su beneficio y rédito electoral y que después, como viene sucediendo, miran para otro lado, porque enfrente tienen a otras manadas con dientes afilados, de los que se ven venir y a los que temer…
El feminismo no es una moda, es un movimiento social, cuando lo entiendan, empezarán a cambiar su forma de ver el mundo aunque sea de a poco. No me vale con escuchar sandeces de última hora diciendo lo mucho que se van a esforzar en la Igualdad real, no me valen programas que incluyan una asignatura de feminismo, no me vale!!
Lo que me vale es que se tengan en cuenta mis derechos, en que mi cuerpo sea mío y no decidan sobre él, en que mi salario sea equivalente al de mi compañero en la misma función y cargo, en que mi derecho a decidir si tengo o no parentela no influya en mi trabajo ni en mi posición en él, que mi cargo en una empresa no esté limitado a si tengo o no que cuidar de mi gente o mi casa…como si en ella estuviera yo sola, e incluso siendo una familia monomarental, tampoco tienen derecho a decidir cómo debo llevar mi vida y a qué puestos puedo o no acceder.
Así que cuando escucho decir a tanto politicucho de ahora, incluyéndolas a ellas que esto va a cambiar me río en su cara!
Me río también cuando escucho las noticias cada día y veo cómo sigue tratándonos la justicia, esa justicia patriarcal que dicta sentencias que sólo favorecen a los agresores.
Me río ante señoros que sacan sus autocares a la calle gritando que es violencia doméstica y que también atañe a los hombres…NO! es VIOLENCIA DE GÉNERO porque echando cuentas nos matan en mayor proporción y sólo por ser mujeres, por creer que somos de su propiedad y NO sólo nos matan en casa, nos matan en la calle, en el campo, en la playa, es una epidemia, es terrorismo machista y lo saben, y como lo saben tratan de venderlo con lazos de colores para engañar al personal, y se visten de corderos y se pasean entre el rebaño riéndose entre dientes cuando logran que alguien se les sume.
Sigo riéndome cuando leo que el Papa (líbranos del mal amén) dice que la pederastia no es un delito si lo comenten dentro de la Iglesia, que es pecado…que Satanás hace de las suyas…y digo yo pensando, qué pena que Santanás no fuera por ahí enculando a todos ellos como si de un pincho moruno se tratara…
Y también lloro, lloro por tantas mujeres que se han quedado sin voz, sin recursos y sin vida, lloro porque formo parte de ellas, de sus luchas, de sus ideales, de su forma de estar en el mundo, formo parte de esa mitad de la humanidad oprimida, que no victimizada, esa mitad de la población mundial que está levantando la cabeza, mirando al frente y alzando el puño al grito de Ni una más, Ni una menos, de esa mitad de la población que sigue viendo necesario salir a la calle a luchar por lo que es nuestro, pero sin banderas, ni sindicatos, ni partidos políticos detrás, simplemente con la cara al aire, siendo mujeres, no necesitamos más.
Lobos con piel de cordero en la política, en las escuelas, en nuestra vida privada…en cada rincón de nuestras ciudades, esperando a que estemos distraídas para atacar de nuevo.
He visto este último mes varias películas que me han hecho conectar con todo lo anterior, que me han removido los cimientos porque creo que dan en el clavo de lo que está pasando y de lo que aún queda por pasar: Custodia Compartida, The Tale, Brexit, The Wizard of Lie, unas tratan de esos lobos en el plano personal y otras de lobos en el plano político. Todas tratan de la manipulación del ser humano…y todas son para reflexionar.
Estemos atentas a esos lobos y no dejemos que nos devoren.
