Treinta minutos, mil ochocientos segundos. Eso es lo que nuestro gobierno estima suficiente como para homenajear a las personas fallecidas por la Covid-19.
NO piden perdón, no organizan grupos de apoyo, no se preocupan de lo que sigue pasando en residencias y hospitales que siguen sin estar bien aprovisionados para lo que puede volver a pasar, no.
Ellos estiman que con media hora de celebración es suficiente, que esa media hora sirve para que tu padre, madre, hermano, hermana, tío, tía, amigo, amiga, hijo, hija…se den por satisfechos, porque durante media hora se han acordado de ellxs.
No se acordaron cuando engañaban (y siguen haciéndolo) las cifras de fallecidxs, no se acordaron cuando los hospitales estaban sin recursos, no se acordaron cuando las residencias se convirtieron en morgues, no se acordaron.
Pero creen que con media hora de postureo nuestro duelo será menor, no sentiremos el dolor de la pérdida, no sentiremos la rabia por no poder haber hecho nada para evitarlo, no sentiremos la falta de apoyo, nuestro duelo será coser y cantar, porque en media hora lo arreglan todo.
Qué cansancio de sociedad que todo lo arregla con una foto…
Hacen falta sanitarixs, hacen falta equipos de protección, respiradores, material, hacen falta recursos! no media hora de lágrimas de cocodrilo.
Ahora nadie habla del personal sanitario, hemos pasado de los aplausos a la ignorancia. Nadie pone su mirada en lo que está pasando con el MIR, nadie pone su mirada en los despidos del personal tras la crisis, como si sobrara gente, nadie pone su mirada en los turnos imposibles de algunxs médicos en urgencias, nadie…porque ha llegado el verano! y además con media hora en los medios todo está bien!
Hala! pongamos un lazo negro en los balcones que eso lo arregla todo.
